¿Qué es
Li-Fi?
Li-Fi es el nombre popular de una
tecnología de comunicaciones ópticas que lleva investigándose más de 100 años y
que consiste en transmitir datos a frecuencias de entre 400 y 800 THz (es
decir, en el espectro visible de los humanos) en espacio abierto.
Pretende ser capaz de transmitir
información con elementos de iluminación convencionales (bombillas LED) al
mismo tiempo que se ilumina una estancia, y añadiendo únicamente uno pocos
elementos baratos y fáciles de fabricar a las bombillas actuales.
Básicamente se necesita un
modulador en la parte transmisora que apagará y encenderá el foco de luz muy
rápidamente (de forma imperceptible para los humanos), creando así los ceros y
unos binarios, y un fotodiodo en la parte de recepción (por ejemplo en el móvil)
que recoge los cambios de luz y los pasará otra vez al dominio eléctrico.
Las primeras versiones utilizaban
lámparas fluorescentes con las que se alcanzaban velocidades de unos pocos
Kbps. Más tarde se empezaron a usar LEDs, capaces de apagarse y encenderse más
rápido, con más potencia, multiplicando las velocidades finales. Pero no fue
hasta que en 2011 el profesor Harald Haas de la Universidad de Edimburgo mostró
el primer dispositivo que él denominaba Li-Fi transmitiendo a 10 Mbps, cuando
empezamos a ver el verdadero potencial de la tecnología.
Haas señaló entonces que en poco
tiempo sería posible incrementar la velocidad hasta 500 Mbps (supuestamente el
que se consideraba límite físico de esta tecnología). Posteriormente el
Fraunhofer Institute de Berlín mostró sus avances y señalaron que podrían
llegar a 800 Mbps. Y las investigaciones continúan con propuestas que quieren
llegar a los 15 Gbps (1,88 GBps) a medida que vayan optimizando el
funcionamiento tanto de la parte emisora como de la receptora.
Usos, ventajas e inconvenientes
Haas
¿Para qué se pueden usar estas
comunicaciones Li-Fi?
Pues principalmente para
transmitir datos de alta velocidad al mismo tiempo que se ilumina una
habitación. Li-Fi tiene numerosas ventajas. Para empezar, no satura la parte
del espectro usado actualmente por otros sistemas como WiFi en sus diferentes
versiones, ya que usa luz visible.
La información llega por el haz
de luz de los LEDs, con lo que podemos o bien crear un haz disperso que
proporcione una cobertura amplia o bien un haz muy fino que ilumine pequeñas
regiones y transmita datos de forma más direccional. Esto permite un mayor
control sobre a quién están llegando los datos en cada momento y permite redes
de corto alcance más seguras.
También se puede usar para
transmitir grandes volúmenes de datos entre equipos o a dispositivos
multimedia. Por ejemplo, podemos enviar un vídeo del móvil a un televisor de
forma rápida o copiarlo a un disco duro de red sólo con apuntar teléfono a la
tele o al disco duro durante unos segundos, como ahora hacemos con el mando a
distancia para cambiar de canal (que por cierto también usa una variante de
"Li-Fi" basada en infrarrojos).
Sin embargo, no todo son
ventajas. El principal inconveniente de la tecnología es su reducido alcance,
que de momento se sitúa en unos pocos metros (típicamente unos 10) y que la
cobertura se corta cuando un objeto se interpone en el haz de luz. Basta con
pasar la mano por el haz de luz o mover el terminal fuera de él para que la transmisión
se corte.
El smartphone, un gran receptor para Li-Fi
Lte Wifi Lifi House Illustration
Aunque la tecnología de Li-Fi
puede aplicarse a cualquier dispositivo de comunicaciones fijo y móvil, es en
el teléfono inteligente donde puede encontrar un gran potencial, tanto dentro
como fuera del hogar. Dentro porque permite redes sencillas, potentes y
teóricamente baratas que pueden llegar a todos los rincones de una habitación
por medio de una bombilla en el techo.
Y fuera porque son una estupenda
opción para desplegar sistemas de información ad-hoc sin usar WiFi, con
información personalizada que llegará directamente a nuestros terminales. Por
ejemplo, hace unos días os comentábamos una alternativa a los códigos QR que
podría usar esta tecnología por luz visible para llevar información a los
móviles.
Pero ya se piensa en instalar
Li-Fi en lugares de gran afluencia de público, como en bibliotecas, museos,
estadios deportivos, centros comerciales, etc. Por ejemplo, imaginad el caso
típico de que vamos a la compra y al pasar por un pasillo, bajo una luz que
aparentemente es normal, o junto a un producto específico nos llega una alerta
al móvil de que está rebajado.
Por supuesto, para que todo esto
sea posible es necesario que los móviles cuenten con sistemas de recepción de esta
luz LED instalados preferiblemente en la parte frontal de los terminales.
Li-Fi es, por tanto, una
interesante tecnología con mucho potencial de futuro que probablemente
empecemos a ver insistentemente a partir de este 2015. Es barata, rápida,
relativamente sencilla, no satura el espectro electromagnético habitual y
promete altas velocidades de transmisión con poco consumo de batería. Vamos, el
Santo Grial de las comunicaciones móviles a corta distancia.
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